lunes, 3 de marzo de 2008

El Glorioso disipa dudas


El Atlético de Madrid ha ayudado sin querer, en gran medida a su enemigo, el Real Madrid. El Atlético de Madrid aplastó a un Barcelona del que sólo se puede comentar el fantástico golazo de Ronaldinho y la inexplicable suplencia de Messi, no muy bien vista por los aficionados blaugranas, que ven como de nuevo se les aleja la liga, aunque tampoco mucho teniendo en cuenta lo que queda.
El "Kun" Agüero creo que ha dejado muy claro ya quien es el que manda en esta liga. Si, no es el pichichi, pero es sin duda el mejor jugador de la liga junto a Messi. El "Kun" hizo posiblemente el partido más completo de su trayectoria futbolística, anotó dos golazos precedidos de regates impresionantes, dio una impresionante asistencia que si la da Guti ya están de nuevo con el royo de la selección, y provocó un penalti muy bien aprovechado por el "Uruguayo". No hay que olvidar que Maxi volvió a anotar, lo que hace que "la Fiera" pueda volver a rugir... que tiemble la liga. Pero de nuevo se ven los garrafales fallos en la defensa colchonera. El pobre Pablo no sabe jugar al fútbol, y ya no es el de hace dos años atrás. Se dejó marcar un gol entre sus piernas viendo que el balón venía desde hacía 10 metros al menos.

Al Real Madrid por su parte le regalaron el séptimo gol en fuera de juego en lo que va de liga. Me gustaría ver que ocurriría sin estos "fallos" arbitrales. El Real Madrid desde luego necesita a tres jugadores siempre sobre el campo, Robinho, Casillas y el árbitro de turno, en fin.

Por la zona baja el Zaragoza acecha el descenso e Irureta a dimitido tras 6 partidos de los cuáles solo ha vencido uno y empatado otro. El Bilbao más de lo mismo, mucho corazón y poquísimo fútbol. El Deportivo dio un pequeño respiro al Atlético venciendo al Sevilla y lo mismo hizo el Osasuna empatando en el Madrigal, aunque el Espanyol, con un doblete de Luís García derrotó al desahuciado Valencia que, por cierto, ha vencido el juicio contra Albelda en el cual el jugador pedía la rescisión de su contrato y una indemnización de 60 millones de euros.

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