El madrileño barrio de Orcasitas es el único que autogestiona una central térmica que produce calefacción para 2.400 viviendas, casi la totalidad del vecindario, desde hace 30 años. Este sistema está en peligro porque las tuberías de la red exterior, que van de la central a los edificios, están muy viejas y deterioradas. El número de averías producidas en la central ha derivado en 20 cortes de suministro en el último año, lo que deja a la mayoría de vecinos sin calefacción en pleno invierno.
La reparación costaría unos 3 millones de euros, cifra que los vecinos no se pueden permitir, por lo que la Asociación Vecinal Meseta de Orcasitas ha solicitado ayuda al Instituto de Vivienda de Madrid (IVIMA). Los vecinos han empleado ya 90 millones de pesetas para transformar e informatizar toda la central, pero la renovación de la red exterior, “es una obra carísima para el barrio, que supondría que cada vecino pagara alrededor de 1.300 euros al mes y a ver cómo le explicas eso a personas que cobran 400 euros de pensión” explica Félix López Rey, vecino, ex concejal y portavoz de la entidad ciudadana. Él mismo señala que Orcasitas es “el barrio con mayor tasa de paro de Madrid, y el de menor renta per-cápita de la ciudad”.
Desde la Asociación de vecinos del barrio se considera oportuno que sea el IVIMA quien se responsabilice de estas obras ya que, la central térmica se encuentra en suelo que es propiedad del propio IVIMA y porque “si se rompe una tubería en la calle se ocupa el Canal y no los vecinos”. Desde el IVIMA se insiste en que “se están estudiando todas las peticiones vecinales” y se está analizando si el organismo “tienen competencias para arreglarlo”.
Este sistema de calefacción autogestionado por la mancomunidad ha sido alabado desde Europa y puesto como ejemplo varias veces por su optimización del consumo energético y el ahorro que supone. López Rey no entiende cómo la “Comunidad de Madrid permite la degradación de un sistema económico y ecológico de obtener calefacción, fruto de la participación ciudadana”. El sistema, que anteriormente funcionaba con gasóleo, ahora lo hace únicamente con gas natural. Además, se están instalando paneles solares que producen hasta 15 kilovatios/hora de energía. Otra de las medidas llevada a cabo por el barrio, ejemplo de organización vecinal, ha sido poner en marcha un proyecto-piloto de iluminación eficiente por el que sus vecinos usan bombillas de bajo consumo.
En caso de que la administración no asuma responsabilidades y no tome medidas para arreglar esta situación, los vecinos prometen más movilizaciones.
La reparación costaría unos 3 millones de euros, cifra que los vecinos no se pueden permitir, por lo que la Asociación Vecinal Meseta de Orcasitas ha solicitado ayuda al Instituto de Vivienda de Madrid (IVIMA). Los vecinos han empleado ya 90 millones de pesetas para transformar e informatizar toda la central, pero la renovación de la red exterior, “es una obra carísima para el barrio, que supondría que cada vecino pagara alrededor de 1.300 euros al mes y a ver cómo le explicas eso a personas que cobran 400 euros de pensión” explica Félix López Rey, vecino, ex concejal y portavoz de la entidad ciudadana. Él mismo señala que Orcasitas es “el barrio con mayor tasa de paro de Madrid, y el de menor renta per-cápita de la ciudad”.
Desde la Asociación de vecinos del barrio se considera oportuno que sea el IVIMA quien se responsabilice de estas obras ya que, la central térmica se encuentra en suelo que es propiedad del propio IVIMA y porque “si se rompe una tubería en la calle se ocupa el Canal y no los vecinos”. Desde el IVIMA se insiste en que “se están estudiando todas las peticiones vecinales” y se está analizando si el organismo “tienen competencias para arreglarlo”.
Este sistema de calefacción autogestionado por la mancomunidad ha sido alabado desde Europa y puesto como ejemplo varias veces por su optimización del consumo energético y el ahorro que supone. López Rey no entiende cómo la “Comunidad de Madrid permite la degradación de un sistema económico y ecológico de obtener calefacción, fruto de la participación ciudadana”. El sistema, que anteriormente funcionaba con gasóleo, ahora lo hace únicamente con gas natural. Además, se están instalando paneles solares que producen hasta 15 kilovatios/hora de energía. Otra de las medidas llevada a cabo por el barrio, ejemplo de organización vecinal, ha sido poner en marcha un proyecto-piloto de iluminación eficiente por el que sus vecinos usan bombillas de bajo consumo.
En caso de que la administración no asuma responsabilidades y no tome medidas para arreglar esta situación, los vecinos prometen más movilizaciones.
2 comentarios:
Muy bien tia pero se te ha olvidado comentar la manifestación del jueves. Bueno pues eso que muy bien y que espero que tenga solucion y pronto. Nos vemos en la escuela.
Noe
La puta Esperanza tnia q arreglar mi calefacción!!! Y operarse la cara q falta la hace!!!
Pero, dee todos modos, que nos podemoss esperar de los politicos? que se rasquen los bolsillos ¿que la gente llena, por cierto) para dar dinero a los demas?
Pues entonces lo llevamos claro. porq son todos unos chupap..., chapero q ni lokos van a hacer eso.
Son todos unos comemierdas q no hacen + q ngañarnos xa no hacer na, tanto unos como otros.
¿Cuando va a llegar alguien q en verda haga algo x los d+?
NUNKA!!!
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